Los bases vuelven a la élite de la NBA

La posición de base es posiblemente la más complicada para un jugador. Un buen base debe aunar técnica, inteligencia y no estaría de más que fuera rápido y buen tirador. Pero además de todo eso a un base se le pide que sea un líder y que dirija el juego del equipo.

La figura del base en muchos equipos apenas goza de importancia dado el tipo de juego, ya que muchos equipos basan su juego en pasársela al bueno y ver que hace, sin embargo, un buen base nunca está de más y si sabe dominar los tiempos del partido, puede ser más determinante que cualquier jugador franquicia de la posición que sea.

En los últimos años la NBA ha estado en crisis en esta posición. Después de la retirada de bases de la talla de Magic Johnson, Isiah Thomas, John Stockton o Gary Payton la liga vivía algo huérfana de bases dominantes. Algunos años buenos de Jason Kidd o Steve Nash parecía que ejercían de transición hacía una nueva ornada de directores de juego determinantes.

Después de esos años en tierra de nadie posiblemente ahora nos encontremos en uno de los mejores momentos en esa posición. La llegada a la liga de Chris Paul o Deron Williams han cambiado la perspectiva que se tenía de los bases estas últimas temporadas.

Chris Paul y Deron Williams pugnarán por ser "el mejor base de la liga"

De hecho, Chris Paul (New Orleans Hornets) y Deron Williams (Utah Jazz) son a día de hoy los mejores jugadores en esta posición. Ambos aúnan una técnica del balón exquisita, un poder anotador bastante alto, una visión de juego privilegiada y sobre todo una facilidad para la toma de decisiones muy por encima de la media. Si a eso le añadimos un gran control del juego de sus equipos y una capacidad innata para superar adversidades hacen de estos dos los grandes dominadores de la posición. Elegir a uno es complicado. Williams cuenta con un crossover imparable que lo hace decisivo cuando su equipo se estanca y Paul tiene una facilidad para hacer números fuera de lo común. Lo dicho muy difícil.

Detrás de estos dos monstruos anda no muy lejos Steve Nash (Phoenix Suns). Considerado mejor base del planeta los últimos años, pero que el año pasado se vio superado por ellos tras una no muy buena temporada suya.  Con la salida de Shaquille O’neal su equipo vuelve a jugar a su ritmo y el Run&Gun puede devolver a Nash a la élite de los bases, si es que alguna vez ha dejado de formar parte de ella. De momento, su espectacular inicio de temporada lo sitúa de nuevo al nivel de los dos anteriormente citados.

Tony Parker ha conseguido ya 3 anillos para los San Antonio Spurs

Un peldaño más abajo encontramos un grupo de bases de un nivel muy alto pero que no determinan tanto el rumbo de un partido como estos tres. Chauncey Billups (Denver Nuggets) es la viva imagen del liderazgo, posee las mismas virtudes que los anteriormente citados, sin embargo, su nivel no es capaz de alcanzar los topes de estos tres en estos momentos; Tony Parker (San Antonio Spurs) posiblemente sea el mejor base en el uno contra uno, su juego se ha tachado muchas veces de individualista pero su palmares colectivo disipa cualquier duda que se tenga sobre su juego; Gilbert Arenas (Washington Wizards) es la figura del base anotador, una figura en peligro de extinción los últimos años, ya recuperado de la lesión parece haber recuperado su mejor nivel; y José Manuel Calderón (Toronto Raptors) que se postula como ejemplo de base organizador, pese a que no está en un buen momento de forma, el español es capaz de dirigir a su equipo con solvencia sin necesidad de hacer grandes números.

El puesto de base está de moda,  y eso lo podemos ver en los últimos draft en qué es la posición que más escogen los general manager. Eso está provocando que una nueva generación de directores de juego aceche a esos grandes bases. El futuro está garantizado con bases de la talla de Devin Harris (New Jersey Nets), una auténtica joya en campo abierto; Jameer Nelson (Orlando Magic), un organizador que ha mostrado sus garantías ayudando a devolver a los Magic a la élite; Rajon Rondo (Celtics Boston), sin duda, el mejor base defensivo;  Derrick Rose (Chicago Bulls), la esperanza de un equipo a la deriva los últimos años y con pinta de convertirse en un All Star tiránico las próximas temporadas o los Rookies Brandon Jennings (Milwaukke Bucks) o Jonny Flynn (Minnesota Timberwolves) que están dando muy buenas sensaciones en este inicio liguero.

Para acabar, no nos podemos olvidar de los viejos rockeros Jason Kidd (Dallas Mavericks) y Baron Davis (Los Angeles Clippers) que están dando sus últimos coletazos en la liga, pero que todavía poseen esa clase que los hizo hacerse un nombre en la NBA.

Y para vosotros, ¿Cuál es el mejor base de la liga?